En el año 1214, Santo Domingo recibió el rosario de la Santísima Virgen como medio para convertir a los pecadores, en particular a los albigenses.
El rosario (recitación de 150 avemarías) comenzó como una adaptación para los seglares de la Liturgia de las Horas de los monasterios cristianos, la cual consistía en el rezo diario de los 150 salmos.
En el año 1214, Santo Domingo recibió el rosario de la Santísima Virgen como medio para convertir a los pecadores, en particular a los albigenses. Nuestra Señora se le apareció y le dijo: “Querido Domingo, ¿sabes cuál es el arma que la Santísima Trinidad quiere usar para reformar el mundo?” “Ay, mi Señora,” respondió Santo Domingo, “Vos lo sabéis mucho mejor que yo, porque, después de vuestro Hijo Jesucristo, habéis sido siempre el principal instrumento de nuestra salvación.” Y ella le respondió: “Quiero que sepas que en este tipo de guerra, el arma principal siempre ha sido el Salterio Angelical, que es la piedra fundamental del Nuevo Testamento. Por eso, si quieres alcanzar a estas almas endurecidas y ganarlas para Dios, predica mi rosario.”
Pedidos: Kolbe Publications
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