El padre Maximiliano no tenía en mente únicamente el apostolado de la prensa, pues aconseja utilizar «todos los medios posibles e imaginables», siempre que no sean malos en sí mismos.
«Debemos conquistar el mundo entero para la Inmaculada, por lo que debemos utilizar los medios más eficaces para este fin. Todos los medios, todas las invenciones de máquinas o los más recientes métodos de trabajo, deben servir en primer lugar para la santificación de las almas por la Inmaculada. Por ello es necesario, en lo posible, reducir nuestras necesidades personales, vivir muy pobremente, pero utilizar los medios más modernos». (RN 16 (1937), p. 354)
«Todos los inventos deben servir primero a la Inmaculada y solo después para otros usos.
Estos medios son: el arte, la literatura, el teatro, el cine, las letras, la radio, etc». (Conferencia del 23.04.1933; CDM, p. 182).
Al padre Maximiliano le irritó que todos estos medios quedaran en manos del enemigo. La causa es la debilidad y la cobardía de todos:
«La radio es uno de los medios más importantes para la difusión de la M. I., así como el cine y la televisión… todos estos inventos son buenos en sí mismos, y deben servir primero para fines sobrenaturales, y solo después para fines humanos».
«Hoy es todo lo contrario: estos inventos y otros siguen sirviendo al mal, y sólo después intervenimos para utilizarlos en beneficio del bien. No es el recto orden de las cosas. No estamos exentos de reproches si en esta carrera nos dejamos adelantar en el uso de los inventos». (Conferencia del 8.12.1938; KMK, p. 316.)
Entendemos por qué insistió tanto en los medios masivos: porque son precisamente estos medios de la tecnología moderna los más efectivos para llegar a las masas en un tiempo récord. Aquí no debe dudarse en utilizarlos:
«Uno puede contentarse con vivir en un cuartel, pero el discurso que forma la mente del hombre debe imprimirse con las últimas máquinas en la mayor cantidad posible y hacerse fácilmente accesible». (Cita de J. Stemmler en RN Calendar 1948, p. 23.)
El hombre de hoy vive en medio de los periódicos, la radio, la televisión, etc. Quien tiene estos medios de comunicación en la mano gobierna el mundo. El resurgir religioso de la Inmaculada que involucró a millones de hombres en el período entreguerras sólo pudo tener lugar gracias al milagro de la difusión de la revista «Rycerz Niepokalanej» [«Caballero de la Inmaculada»], fundado en 1922 y luego publicado en 5000 ejemplares, y que alcanzó el millón de ejemplares en 1939.
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