La fundación de la Orden de los Mercedarios, en 1218 – España

En el título Nuestra Señora de la Merced, resalta la palabra «merced», que significa «gracia», o en latín «merces», que significa rescate. La Orden de los Mercedarios se ocupaba de rescatar a los cristianos cautivos de los musulmanes, por orden de la Misma Virgen.

En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218, Jacobo I, rey de Aragón; Pedro Nolasco, un caballero francés que había sido su maestro; y Raimundo de Peñafort, dominico confesor de los dos anteriores, tuvieron cada uno al mismo tiempo en Barcelona una aparición de la Virgen. Ella les dijo que era voluntad de su Hijo y de ella que establecieran una orden militar para rescatar a los presos que los infieles tenían cautivos.

«Vengo aquí buscando hombres que estén dispuestos, como mi Hijo, a dar su vida por la salvación y libertad de sus hermanos cautivos.

Deseo, pues, que se funde una Orden en mi honor cuyos religiosos, con fe viva y verdadera caridad, rediman a los esclavos cristianos del poder y tiranía de los turcos, dándose incluso en prenda, si es necesario, por aquellos a quienes no pueden redimir de otra manera…».

Vemos el significado simbólico de esta triple aparición: al titular del poder temporal, Jacobo I; al titular del poder financiero, el rico Pedro Nolasco; al titular del poder espiritual, el dominico Raimundo de Peñafort.

El Papa Gregorio IX aprobó la orden en 1235, cinco años antes de la muerte del fundador en 1240.