La cofradía más grande de la Iglesia

La cofradía más grande de la Iglesia

El 16 de julio celebramos la fiesta de Nuestra Señora del Carmen. En este día se conmemora la aparición de la Santísima Virgen María a San Simón Stock para salvar a la Orden Carmelita de la extinción y otorgar las gracias de Dios a la Iglesia Universal.

La noche del 15 de julio de 1251, la Virgen se le apareció a San Simón Stock pidiéndole que cambiara su hábito por uno nuevo, y prometiéndole que: “Quien muera portando este escapulario no sufrirá las llamas eternas”.

Este privilegio, así como la aparición especial de la Virgen al Papa Honorio III, consolidó la existencia de los Carmelitas en Europa, y favoreció la difusión de su hábito en miniatura entre los no Carmelitas y en toda la cristiandad.

Así, cada vez que una persona recibe la imposición del Escapulario Marrón por parte de un sacerdote, automáticamente se convierte en miembro de la Cofradía del Santo Escapulario de Nuestra Señora del Carmen y participa de todas las gracias y todos los méritos de esta Cofradía y de la Orden Carmelita.

Lo que recordamos con más frecuencia del Escapulario, es la gran gracia de ser preservados del fuego del infierno por la intercesión todopoderosa de la Madre de Dios. Pero lo que solemos olvidar es el significado del hábito en sí y las muchas indulgencias que los Papas han concedido a quienes portan el Escapulario.

El Escapulario es un hábito religioso y, como tal, significa la adopción de las virtudes de Jesús y de María, y la adopción de la disciplina religiosa de la Sagrada Familia de Nazaret.

Los primeros carmelitas fueron los discípulos de Elías del Monte Carmelo y asistieron al sermón de San Pedro después de Pentecostés. Después de su conversión, fueron presentados a la Santísima Virgen y sus instrucciones fueron devueltas al Monte Carmelo donde, con renovado celo, siguieron la vida monástica imitando sus virtudes.

El Escapulario es el hábito de María, que recuerda a sus hijos adoptivos seguir sus caminos que conducen infaliblemente a la perfección que su Hijo predicó al mundo.

El Escapulario es también portador de muchísimas indulgencias, porque los Papas, primogénitos de María en dignidad, han dotado cuidadosamente a este hábito de las más ricas indulgencias, para recordar concretamente a los fieles la omnipotente intercesión de María.

Estas peculiares indulgencias de antaño fueron reducidas y reformadas por el Papa Pablo VI en 1968. Sin embargo, hay una que es tan importante y relevante que merece ser mencionada aquí.

En el pasado, los miembros de la Cofradía del Escapulario realizaban una procesión mensual en honor a Nuestra Señora del Monte Carmelo, y la participación en esta procesión otorgaba el derecho a una indulgencia plenaria.

Hoy, los miembros de la Cofradía pueden reunirse y realizar esta procesión, acompañada del rezo del Rosario (las nuevas reglas otorgan una indulgencia plenaria por el rezo de las 5 decenas del Rosario en común), pudiendo así obtener una indulgencia plenaria.

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