Los último medios de salvación – Carta N° 18 del Padre director

Los último medios de salvación – Carta N° 18 del Padre director

¡Queridos Caballeros de la Inmaculada!

Hace 80 años, el 31 de octubre de 1942, el Papa Pío XII consagró el mundo al Corazón Inmaculado de María. Con ello, fue el primer Papa que realizó una consagración al Corazón Inmaculado. Aun cuando no hizo la consagración de Rusia como la había pedido Nuestra Señora de Fátima, esta consagración fue beneficiosa y condujo a la abreviación del castigo de la Segunda Guerra Mundial. Desde el día de esta consagración, todos los acontecimientos clave que condujeron al final de la guerra (en la fiesta de la Asunción de 1945) correspondieron a fiestas marianas. La Inmaculada demostró así, el poder que le concedió Dios.

Queremos aprovechar esta ocasión para profundizar en nuestra devoción al Corazón Inmaculado. Según Sor Lucía de Fátima, es, junto con el Santo Rosario, el último medio de salvación en nuestros tiempos. Para nosotros, Caballeros del Corazón Inmaculado, es de suma importancia tanto para nosotros como para las almas a cuya salvación debemos contribuir como sus instrumentos.

En 1957, en su última entrevista pública, Sor Lucía le dijo al Padre Fuentes que la Virgen le había hecho comprender que estábamos viviendo los últimos tiempos por estas razones:

“En primer lugar, porque me dijo que el diablo está librando una batalla con la Virgen, una batalla decisiva. Es la batalla final en la que una de las partes ganará y la otra sufrirá una derrota. Así que a partir de ahora o estamos del lado de Dios o del lado del diablo; no hay camino medio.
La segunda razón es que ella nos dijo a mí y a mis primos que Dios concede al mundo dos últimos remedios: el Santo Rosario y la devoción al Corazón Inmaculado de María. Y como estos son los últimos remedios, significa que no habrá otros”.

Una batalla decisiva se caracteriza por ser cada vez más intensiva, porque se trata de una cuestión de vida o muerte; la retirada, el aplazamiento o la negociación no son opciones. ¿Acaso nos sorprende ver cómo la batalla espiritual a nuestro alrededor, y la corrupción social se acrecientan año tras año? Muchos de nuestros críticos contemporáneos también lo reconocen en cierta medida, pero desconocen el trasfondo espiritual y los posibles remedios. Se abandonan al fatalismo y al retraimiento a través del consumo adormecedor y la distracción.

Sin embargo, nosotros podemos conocer sin merecerlo, el trasfondo espiritual y también los medios para estar en esta lucha tanto a nivel personal, como para lograr un cambio de rumbo como sociedad.

En todo el mundo, especialmente en estos últimos tiempos, se ha difundido el rezo público del Santo Rosario. Mediante esta oración pública, las personas de buena voluntad de todas partes se unen y el Santo Rosario surge como arma espiritual contra el adversario y para superar los males sociales.

Junto con el Santo Rosario, el Corazón Inmaculado de María es, según la Voluntad de Dios, el remedio para nuestro tiempo, donde el amor se ha enfriado en la mayoría porque la maldad se ha apoderado de ellos (cf. Mt 24, 12). Después de haber expulsado a Jesucristo de nuestros países, de nuestra sociedad, Dios nos envía, por así decirlo con temblor, como lo expresa Sor Lucía, a su Madre como último recurso. Desea que su Corazón de Madre nos conmueva y transforme nuestra frialdad. Por eso, María nos ofrece su Corazón de Madre, que es sólo amor y misericordia, y nos dice: ” Hijo, en este Corazón encontrarás refugio, este Corazón mío puede salvarte y conducirte a Dios, tu fin eterno. Déjate guiar por él, conságrate a él”.

Si el Corazón Inmaculado de María tiene el poder de transformar y de convertir un día a Rusia y de conseguir el triunfo de la Iglesia, también es capaz de sacar de la miseria a nuestros corazones y los de nuestros semejantes, que a menudo han perdido toda esperanza, para transformarlos y conducirlos hacia Dios, es decir, para salvarlos.

Por ello, quisiera animarlos a consagrarse al Corazón Inmaculado en un día adecuado de este año, tanto personalmente como en familia o en la parroquia. El Papa Pío XII recomendó la consagración con estas palabras:

“Por lo tanto, es nuestro deseo que, dondequiera que se presente la oportunidad, se realice esta consagración en las diversas diócesis, así como en cada parroquia y familia en particular. Y estamos confiados que de esta consagración privada y pública fluirán abundantes bendiciones y beneficios del Cielo”. (Auspicia quaedam, 1 de mayo de 1948).

Con este fin, la M.I. distribuirá un nuevo folleto que contiene una oración de consagración del Papa Pío XII con una novena de preparación en el espíritu de Fátima. También se puede obtener gratuitamente en formato PDF en los principales idiomas. ¡Aproveche y distribúyalo lo mejor que pueda!

Esta consagración de ninguna manera concurre con nuestra consagración a la Inmaculada que realizamos en la M.I., sino que puede ayudarnos a profundizarla aún más. Corresponde al deseo de Nuestra Señora de Fátima.

Gracias a la difusión de la devoción al Corazón Inmaculado de María, cada vez más personas podrán saber que tienen una Madre amorosa que les ofrece lo más íntimo, lo más personal, lo más precioso que tiene, es decir, su propio corazón.

San Maximiliano Kolbe estaba inspirado por este deseo:

“Mira cuántos no te conocen todavía y no te aman. Mira cuántos en esta lamentable tierra todavía se preguntan: “¿Quién es María? ¿Quién es la Inmaculada?’ … ¡Pobre gente! No conocen a su madre, no saben cuánto los amas. ¡Ni siquiera lo piensan! … Sin embargo, los amas y deseas que te conozcan,
que te amen… Entonces, ¿cuándo llegarán todas estas personas a conocerte, a amarte y a llenarse de tu paz y felicidad? … Oh, ¡cuántas almas aún no saben nada de ti! … ¿Cuándo experimentará cada alma viviente en todo el planeta la bondad y el amor de tu corazón? ¿Cuándo te honrará cada alma con un amor ardiente -que no es sólo un sentimiento pasajero-, sino con una entrega completa de la voluntad a ti, para que reines en los corazones de todos y moldees cada corazón a imitación del Sagrado Corazón de Jesús, tu Divino Hijo, les des la felicidad y los hagas temerosos de Dios? ¿Cuándo ocurrirá todo esto? …
Vamos a comprometernos a acelerar este momento: sobre todo, permitiendo que la Inmaculada tome plena posesión de nuestros corazones para que, convirtiéndonos en instrumentos en sus manos inmaculadas, ganemos para ella, en la medida de nuestras posibilidades, el mayor número posible de almas, mediante la oración, el sacrificio de nuestros sufrimientos y el trabajo. Qué tranquilos y felices estaremos en nuestro lecho de muerte al pensar que hemos soportado muchas penas y sufrimientos por amor a la Inmaculada… (Rycerz Niepokalanej, marzo de 1932).

La Inmaculada sea cada vez más su Madre, su refugio y su Ayuda Perpetua en estos tiempos difíciles en los que sin ELLA, nuestra Estrella de la Mañana, todos perderíamos la orientación y naufragaríamos.

En su corazón no tenemos nada que temer, pues “al final, mi Corazón Inmaculado triunfará”. Vivamos esta esperanza cristiana siguiendo el ejemplo de San Maximiliano Kolbe, que animó a sus semejantes incluso en las horas más oscuras.

Unidos en el corazón de la Inmaculada, les envío mi bendición sacerdotal.

Varsovia, el 27 de junio de 2022, Fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

P. Karl Stehlin


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